La angiogénesis, o neovascularización, es el proceso que permite la generación de nuevos vasos sanguíneos derivados de una vasculatura ya existente. Las principales células implicadas en este proceso son las células endoteliales, que recubren todos los vasos sanguíneos y constituyen prácticamente todos los capilares.
La angiogénesis consta de múltiples etapas: ruptura de la membrana basal, migración celular, proliferación y formación de tubos.
Existen pruebas in vivo para estudiar estos procesos, pero su puesta a punto es muy larga y requiere conocimientos técnicos.
La forma más sencilla de evaluar la angiogénesis es medir la capacidad de las células endoteliales para formar estructuras tridimensionales. Esto se denomina formación de tubos. Las células endoteliales tienen la capacidad de formar tubos en colágeno o fibrina cuando se cultivan durante días en placas o placas de Petri. La formación de tubos por las células endoteliales en un gel compuesto de proteínas de matriz extracelular (MEC) que imitan in vivo puede utilizarse para ensayar inhibidores de la angiogénesis antes de probarlos en condiciones in vivo.