La garganta o faringe forma parte del sistema respiratorio y, más concretamente, del sistema respiratorio superior o tracto respiratorio superior. Este sistema respiratorio superior está formado por la nariz y la cavidad nasal, la faringe y la laringe. Estas estructuras nos permiten respirar y hablar. Calientan y limpian el aire que respiramos: las membranas mucosas que recubren las estructuras respiratorias superiores atrapan las partículas extrañas, como el humo u otros contaminantes, antes de permitir que el aire fluya hacia los pulmones.

La faringe conecta las cavidades nasal y oral con la laringe y el esófago. La faringe, o garganta, tiene forma de embudo. Durante la respiración, transporta el aire entre la laringe y la tráquea y las cavidades nasal y oral. La faringe consta de tres regiones: La nasofaringe se encuentra en la parte posterior de la cavidad nasal y sólo sirve para dejar pasar el aire. La orofaringe está situada detrás de la cavidad oral y alberga las amígdalas palatinas. Tanto el aire como los alimentos ingeridos pasan por la orofaringe y, a continuación, por la laringofaringe.