Beta-amilasa funciona de manera diferente al escindir dos unidades de glucosa desde el extremo no reductor de las moléculas de almidón, produciendo maltosa como su principal producto. Esta enzima se encuentra predominantemente en plantas y microorganismos y desempeña un papel importante en procesos como la elaboración de cerveza y la producción de alimentos, donde la maltosa es un resultado deseado.

La medición de la actividad de la beta-amilasa es valiosa para evaluar la calidad de los productos alimenticios y monitorear los procesos de fermentación. Los ensayos de beta-amilasa a menudo emplean técnicas colorimétricas similares a las utilizadas para la alfa-amilasa, lo que permite a los investigadores cuantificar la actividad enzimática en función de la liberación de maltosa u otros azúcares reductores. Comprender la actividad de la beta-amilasa no solo proporciona información sobre el metabolismo de carbohidratos, sino que también ayuda a optimizar las aplicaciones industriales donde la conversión del almidón es crítica.